
La locomoción eficiente de cualquier cuerpo en un fluido viscoso es algo muy simple: para ir más rápido es necesario reducir la resistencia y/o aumentar la propulsión. Sin embargo, cuando hablamos de nadar, parecen que las cosas cambian porque todas las instrucciones sobre las «técnicas de nado» están dirigidas a reducir la resistencia, pero no dicen nada sobre incrementar la propulsión.
Hace más de 40 años, el gran entrenador de natación Dr. James Counsilman fue el primero en señalar la importancia para la propulsión de la postura de codo alto en el agarre. Este punto importante no debe ser subestimado: es el único rasgo técnico que distingue los diferentes niveles entre los nadadores. Olvidémonos de qué manera los nadadores realizan el recobro de sus brazos, baten, giran, respiran. Simplemente, la manera en que realizan el agarre, es lo que representa la diferencia entre ser rápido o ser lento. Muchas veces podemos observar un nadador que parece que hace todo correctamente: tiene un buen batido, tiene un gran recobro, una buena linealidad y posición horizontal en el agua. Sin embargo, él /ella no es rápido/a. ¿Por qué? Porque no tiene un buen agarre. Por consiguiente no debemos desestimar la importancia de lograr un agarre efectivo.
El agarre, que Counsilman fue el primero en mencionar, puede ser descrito por la siguiente analogía: Cuando una persona se sube a una tabla de surf y rema para encontrar una ola, los brazos sobresalen a los lados de la tabla, lo que permite que los antebrazos se coloquen en posición vertical y las manos empujen o agarren el agua para propulsar la tabla hacia adelante. Los nadadores no deben intentar aplicar la fuerza de propulsión hasta que los brazos se encuentren en esta posición con los codos altos, porque (…) no pueden dirigir el agua hacia atrás hasta que los brazos y manos estén apuntando hacia adelante. La imposibilidad de lograr esto, es el error técnico más frecuente que impide que los nadadores más lentos se vuelvan nadadores más rápidos: realizar el tirón con los codos bajos.
Por eso, ahora que lo hemos recordado lo que habíamos olvidado solamente debemos entrar a la piscina y aplicarlo. Esto es realmente cierto, pero el agarre (nunca mejor dicho) para desarrollar un tirón con codos altos, es una de las habilidades más difíciles de dominar en natación. La razón de esto es que en los patrones de movimiento que aprendemos para autopropulsarnos usando nuestros brazos, los codos están bajos. Piense en hacer dominadas o escalar una cuerda. Por lo tanto debemos enfocarnos en cómo aprender una nueva manera de realizar el tirón.
Aunque muchos utilizan el tirón como una manera de aumentar la intensidad y la carga muscular, las palas de nado, también pueden ser utilizadas con fines técnicos. La presión adicional en las manos que surge de usar las palas, frecuentemente ayuda a mantener el codo alto y las axilas abiertas, disminuyendo el descenso de los codos, un error técnico que se produce frecuentemente en el estilo libre (crol). La mejora en el agarre también permite un mejor uso de los músculos del tronco, entre los que se incluyen los dorsales – y la clave para nadar más rápidamente es que participen estos músculos, y no simplemente los brazos. Si un nadador siente un poco de fatiga en los dorsales después de una buena serie de tirón, entonces él o ella se encuentra en el camino correcto. Piense en esto la próxima vez que se dirija a la piscina.